La Asociación de Prensa de Sevilla, nos responde a diversas cuestiones sobre la situación actual del periodismo.
1. ¿Cuál es la finalidad de la APS? ¿Qué trata de defender?
Las funciones y objetivos de la Asociación de la Prensa de Sevilla vienen marcados en sus estatutos, aprobados por la asamblea de los miembros que forman parte de la APS. Lógicamente, éstos se centran por completo en la defensa profesional de los periodistas y del periodismo, y también en prestaciones y servicios a sus asociados.
No obstante, el trabajo y los objetivos de la Asociación de la Prensa de Sevilla están volcados actualmente en tres grandes áreas: la formación, el empleo y la ética.
En materia de formación, la APS desarrolla un amplio y permanente calendario de cursos propios de muy distintas temáticas relacionadas con la profesión periodística, a precios muy económicos y casi testimoniales, dirigidos a todos sus asociados, activos y desempleados, y a sus familiares. La formación y el aprendizaje constantes son absolutamente necesarios.
En materia de empleo, la APS busca nuevos caminos a los medios tradicionales, con los que lógicamente no compite. Así, tiene en marcha varias iniciativas que compaginan la creación de empleo y la difusión del periodismo crítico entre la sociedad. En concreto, hay un proyecto socioeducativo que, se renueva anualmente y que es pionero en nuestra comunidad autónoma: “La Prensa en las escuelas”. Esta iniciativa supone trabajo parcial y temporal para más de una veintena de periodistas.
En el ámbito de la ética son permanentes las reuniones y los pronunciamientos de la APS por recuperar la ética y la honestidad perdida de la profesión y por recuperar la credibilidad de la sociedad.
2. ¿Quiénes forman la APS?
Periodistas y fotoperiodistas de su ámbito geográfico de actuación, Sevilla y provincia. Para poder pertenecer a la APS es necesario estar en posesión del título de licenciado/a o graduado/a en Periodismo o Comunicación Audiovisual.
3. ¿Creéis que el periodismo está en crisis? ¿Por qué?
Los periodistas y el periodismo viven, desde hace siete u ocho años, uno de sus peores momentos. La profesión padece cinco grandes crisis: la económica, la laboral, de modelo, de calidad y de falta de ética. Todas están relacionadas y todas son igualmente importantes. A ello se suman los continuos e imparables cambios tecnológicos y el dominio de internet y de las redes sociales, que obligan a una reinvención de la forma y el fondo de la información y de la comunicación. Como consecuencia de todo lo anterior, los periodistas y el periodismo, nos hemos ganado, y con razón, una absoluta falta de credibilidad entre la ciudadanía.
4. ¿Cómo podríais definir la situación actual del periodismo?
De extrema debilidad y profunda precariedad, derivado de lo expuesto anteriormente.
5. ¿Pensáis que el periodista tiene y debe tener un papel importante en la sociedad?
Sin duda, porque los periodistas administran un derecho recogido en la propia Constitución Española: el derecho a la información. El problema radica en cómo ejercen los profesionales de la información ese derecho ciudadano cuando están sujetos a poderes económicos y políticos. La dependencia de publicidad privada o institucional hace que, en la mayoría de los casos, no puede desarrollarse un periodismo libre e independiente.
6. ¿Cómo veis la salida laboral de un periodista recién titulado?
En los ámbitos tradicionales, complicada. A la masiva salida de periodistas de los medios de comunicación hay que sumar la masiva llegada al mercado laboral de los licenciados y graduados en las distintas ramas de Ciencias de la Comunicación, que no tienen expectativas reales de trabajo y que, en la mayoría de los casos, se ven obligados a trabajar como mano de obra barata bajo el eufemismo de “realización de prácticas profesionales”.
7. ¿Cómo se debería hacer para mejorar las condiciones laborales de un periodista?
Los nuevos medios que han aparecido en los últimos años en internet, controlados en mayoría por periodistas, han nacido con un modelo de negocio alternativo, basado en socios o suscriptores que garantizan su viabilidad, que les aparta, en lo posible, de la dependencia de la publicidad y que les permite tener independencia y no caer en manos de los grupos económicos y políticos. Hasta que al frente de los grandes medios no haya profesionales de la información, difícilmente podrán mejorarse las condiciones laborales de los periodistas.
8. ¿Qué opinan ustedes de aquellos intrusos de la profesión como modelos, cantantes,..?
A pesar de existir una titulación en Periodismo no podemos obviar que nuestra profesión no está regulada por ley y, por tanto, el intrusismo, como tal, no existe. Esa es la dura realidad y una demanda histórica de las asociaciones de la prensa. Es necesario diferenciar entre periodista y tertuliano o colaborador, entre programas informativos y programas de entretenimiento y, desafortunadamente, es justamente lo que ocurre.
9. En general, ¿cómo consideráis que son las condiciones económicas de un periodista?
Precarias. Sobre todo porque cada vez es más frecuente que los periodistas trabajen como falsos autónomos aún siendo puestos estructurales en las plantillas de sus medios. Si a esto se le suma que la oferta es inferior a la demanda, los profesionales de la información aceptan condiciones económicas leoninas que revierten directamente en la calidad de la información. Por miedo a perder el puesto de trabajo, el periodista llega a censurarse. Es lo que, desde la APS, denominamos la “autocensura del miedo y del hambre”.
10.¿Creéis qué los medios de mayor prestigio se benefician, en mayor o menos medida, de los periodistas recién titulados (becarios) para que realicen el trabajo que debieran realizar profesionales ya consolidados y así obtener ellos más beneficio?
Y no solo los de mayor prestigio. Es una práctica que se ha generalizado a lo largo de los años en los medios de comunicación, independientemente del grupo mediático al que pertenezcan.